¡Tres victorias y un Fernando!
- cesar dario fazzini
- 8 dic 2016
- 5 Min. de lectura
Año 2035. “Almuerzan hoy con la señora Mirtha Legrand, los ex futbolistas de Platense, a 15 años de haber logrado la Copa Libertadores 2020, los señores Patricio Rodríguez, Francisco Vazzoler, Emiliano Carrasco, Leonardo Talamonti, y Fernando Lorefice, y el director técnico Omar Labruna”.
Musiquita. “¿Es verdad Emiliano que trabajabas de albañil antes de jugar en Platense, seguís viviendo en Inglaterra?”. “Si, porque cuando me retiré quedé como manager del Manchester”. “¿Por qué te dicen ‘Enrique’ tus compañeros?”, le pregunta Mirtha a Rodríguez. “Creo que fue en un partido contra Deportivo Español, que Emi hace un golazo, la clava en el ángulo, y cuando llegamos al vestuario me cargaban diciendo que el mérito del gol había sido mío, que tiré el centro, como el pase de Enrique a Maradona, en el gol contra los ingleses”, explica “tuc-humanamente” el Pato. ¡Ja, ja, ja!. Ríen todos con mesura y la servilleta en la boca para no escupir sin querer, en tan célebre almuerzo. “¿Te dicen Pancho porque te llamás Francisco?”, indaga la señora con agudeza. “Si”, contesta Pancho escueto.
“Nos convencimos de jugar la Libertadores a pesar de nuestra edad porque unos años antes Verón con 42, se había animado a jugarla”, comentan Lorefice y Tala. “¿Omar, qué hay de cierto que lo determinó un hechicero que usted vaya a Platense, lo leí por ahí”. “No creo en esas cosas Mirtha, yo tuve un ofrecimiento de Ecuador de diez millones de dólares, pero me encariñé con Platense y me quedé, nada de brujos”. “¡Epa, que gesto tan noble Omar! ¿Habían imaginado alguna vez ustedes llegar a ganar la Libertadores?………”
¡Fiuuu! ¡Bang! ¡Katrac! ……¡Plop!
La alegría y el placer que provocan los éxitos futboleros continuos, luego de tanta carencia, generan una resaca inversa a la provocada por el alcohol. Es algo que desborda, inunda, invade lugares insospechados, intersticios adormecidas, del cerebro y el corazón Calamar, que explotan de manera inesperada e incontenible, como una metralleta de artificio, imposible de detener una vez que se enciende la mecha. “¡Es un sentimiento, no puedo paraaaaar!”, gritan mis tipitos internos Marroniblancos, mientras hacen pogo entre ellos. ¡Uf! ¡Toy desbocado, desmadrado, ganamos tres de tres, tengo sueltas las riendas de la ilusión, se me rompió el alambrado de la desesperanza y ya no puedo contener al animal Calamar optimista que llevo adentro!
“La psicología no creo que pueda ayudarlo”, me explicó el licenciado Verulengui. “Pruebe con algún jinete de la Fiesta de la Doma de Jesús María, a ver si le puede amansar el potro de la utopía Blanquimarrón”.
Vuelvo por Zapiola dos veces cercanas, derrota, triunfo, y nuevo presidente…… en Platense. Listo, allá voy.
¡Con gran placer me clavo un Fernando! ¡Vamos todavía! -¡Nooo! Oportunista, advenedizo, ¿que hacés con esa camiseta de Basquet de Platense puesta? ¡Vos dijiste que apoyabas a Lupetti, y ahora festejás el triunfo de Wendt! -¡Pará!, soy de Platense, quiero que le vaya bien, y… en realidad, como Fer está con Soldavini, y mi hija se puso de novia, ¿me entendés?, el pibe no tiene laburo, y Roberto es re-“yernero” y tal vez, de puntero derecho, o para pasar el lampazo en la cancha de paleta, no tengo exigencias. -¡Naaa, sos de lo peor! ¿Al final a quién votaste? -Te dije que a Lupetti, pero, porque lo apoyaba Spinelli, si a Lup, Spinelli no le daba una mano, Gustavo sacaba cien votos, te digo más, Lupetti le hizo perder votos a Mario Cosme, los del Movimiento SXXI dicen que si Spinelli iba solo, ganaba. -Me confundís, no se cuando hablás en serio y cuando en broma, alguno va a tomar mal tus ironía y te van a romper la trompa. -¡Ah! Hablando de que me trompeen, estuve con “El Reverendo Hugo-Lini”. -¡Nooo, te mató a piñas, te puso de espaldas y te hizo pedirle perdón!. -Je, ni ahí, fue tan amable conmigo que le pregunté si sabía quien era yo… “porsupu, todo bien”, me dijo el Tano, nos dimos un abrazo, y no descartamos salir juntos por los barrios a hacer Stand-Up, con producción de Pedro y Pablo, y la participación especial del Dani como artista invitado, todos amigazos de Antonio. “Un buen grupo es fundamental”, me dijo cuando se iba.
Playón de espera, conjeturas estrafalarias, mentiras verdaderas. Diretes y dimes. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. Durante el recuento de votos, suena temazo de “Todos tus muertos”. Veo a lo lejos a un miembro de la “Junta Electoral Imparcial e Independiente”, que aún conserva la pulserita del Vip del Trovador. Fabbri está agachado rompiendo con un martillo, un video y un pen drive, con imágenes del club destruido, tuitea diez tuits y le pide a David Copierfield que lo haga desaparecer hasta dentro de tres años. Pasa Viana y mientras les enseña a un grupo de maestras jardineras a hacer “Colage” con las hojas de los padrones, comenta que Wendt gana en Chacarita y Recoleta. Un señor me grita ‘¡pelado!’, debe ser Bianchini, porque solo se nota que estoy pelado cuando me miran “desde arriba”. Aparece otro tipo y pregunta adónde está Simiele, y cuarenta tipos juntos responden “acá estoy”. En la puerta del club hay un micro estacionado, “son los jugadores de Español que se adelantaron”, explica rápido un señor de la Muni de Vicente Lopez. Uno del grupo de Lupetti cuenta que si gana Gustavo, las camisetas las hace Versace y van a jugar con Alpargatas de Vicuña. El Turquito Hanuch manifiesta que hay que apurarse con los inversores portugueses porque hace más de quince años que los tiene dando vueltas y están envejeciendo. Un señor mayor señala a Islas y le dice a su nieto que ese es Topini, mientras Islas pregunta quien es Topini. Un candidato a manager futbolero, ve pasar a su hijo andando a caballo y dice: “Alan, Sanchez, señal que cabalgamos”. Cinco tipos sentados en una mesa de la hípica Calamar, miran sus celulares y dicen: “no puede ser, tenemos que hacer algo”. Salen de la Hípica, suben al micro de Deportivo Español y desaparecen. Fabbri ve pasar un fantasma y dice que ese es Lupetti, pero cuando pasan más de veinte fantasmas se da cuenta que son votantes de último momento. Pasa un gordito y dice que el recuento es muy lento por el corte de boleta a diputados. Finalmente un flaco abandonado por su antitranspirante se me acerca y me dice que ganaron Wendt y Bianchini. “¡Son dos tipos ‘soberbios’!”, grita el flaquito y desaparece dejando en el aire el aroma de su exigua presencia, y la duda, sobre el significado ambiguo de la palabra “soberbio”. “Ojalá sea el que pienso, y no el que pienso”.
Nada, de todo lo anterior me consta. “Creo que es una maniobra ilegítima para deslegitimar una victoria legítima”, diría el pensador chino Confusio, aprovechándose de su apellido para confundir y no hacerse cargo de nada de lo que dice o escribe, mientras se lava las manos con jabón Espadol…
Ganó Wendt y ganó Platense. Cualquier signo de interrogación que intercale en la frase anterior sería una chicana y la desestimo. Ojalá que Wendt pueda desterrar los eternos “ojalaces”. Ojalá pueda romper con el statu quo prebendarlo del chiquitaje que infecta a Platense. Ojalá que el condicionamiento de las “reciprocidades” electorales no reciclen Fernández y Lungarzos. Ojalá logre destilar la falta de sobriedad, cómplice y perpetua de algunos dirigentes, enquistada hace años en la entraña Calamar y que hace que el club camine torcido. Ojalá que todos los dirigentes que asuman, abandonen la adolescencia, y dejen de alardear con el largo de su miembro. ¡Ojalá que las circunstancias lo obliguen a cambiar el nombre de la agrupación por “Platense Volvió”, ojalá, ojalá, ojalá que le vaya bien a Platense!
Ganar una elección no es ganar el partido, es sólo el pitazo inicial, el cotejo principal dura tres años, y ese es el que tiene que ganar Platense. ¡Que así sea! ¡Felicitaciones y mucha suerte presidente Fernando Wendt! …yo elijo creerle, a pesar de no haberlo votado, y como muestra de confianza ya reservé para la Nochebuena del año 2017 una mesa para toda mi familia en “La Farola de Platense”, no me falle por favor…… no quiero tener que hacer de apuro el pionono, ni el Vitel Toné, de usted depende. ¡Salud! ……pura Tinta Calamar.
César Fazzini (Calamarrón)
Comments