“¡Oh mar, la bruma!”, gritó el hechicero
- cesar dario fazzini
- 14 nov 2016
- 4 Min. de lectura
Buen triunfo del Calamar frente a Talleres, con un gran desempeño del equipo en el primer tiempo, decayendo el rendimiento en el segundo período, pero logrando finalmente una victoria justa y necesaria. Listo.
-“¿Que te pasa?”. -“¿Por?”. -“Porque es una porquería tu comentario, parece de la Oral Deportiva de Muñoz o del viejo diario La Razón, segunda edición, ¿por qué esta nota insípida?”. -“Porque algunos hinchas me dijeron que no es momento de usar el sarcasmo, la sátira, la pulla, la socarronería, que les parece una falta de respeto para la situación crítica que vive Platense. Y ahora vamos con los puntajes de los jugadores….”. -“¡Noooo, es un embole, cortala!”.
Es difícil dimensionar el valor exacto de la victoria contra Talleres de Córdoba, perdón, no estamos en Primera, contra Talleres de Remedios de Escalada. Tanta escasez de resultados nos puede empujar a sobredimensionar el éxito, y demasiado escepticismo nos puede inclinar a minimizarlo. Es apenas un “Triunfeliz” para bajar un poco la llama de las hornallas del infierno. La diferencia entre un triunfo que hubiese incitado al jolgorio y el que obtuvimos, fueron los 12.50 centímetros de diámetro que tiene el caño del travesaño, y la rápida conversión de la duda en certeza, que hacen los soplapitos, para resolver si la pelota entró o no al arco, definiendo siempre en contra del destino Calamar. Y la diferencia entre el triunfo exiguo y la frustración de un empate, fue que Vega cuando se encontró solo frente al arco para cabecear y hacer el gol, pidió a los espíritus futboleros que le sugieran con urgencia una forma digna de “no festejar” el gol, y ante el apuro, los consejeros del más allá resolvieron que la mejor manera de “no festejarlo” era no hacer el gol.
El triunfo ameritó fotito grupal en el vestuario cual viaje de egresados a Bariló, contagiando un optimismo elogiable, pero de incierta consistencia.
Los Marroniblancos tenemos 3G, pero no está referido a la velocidad de transmisión de datos, 3G significa la tercera generación de hinchas de Platense frustrados. Abuelo, hijo y nieto Calamar. Aunque para los seguidores más longevos 3G significa, ganar, gustar y golear, y nosotros apenas conseguimos la primera de las 3G, ganar, después de ocho fechas, y con una sola G de vez en cuando es imposible tener buena señal para lograr el ascenso.
En Platense el tema de las “Erecciones, está al palo como la Plat…”, perdón no me funciona el liquid paper, no pude borrarlo, en realidad quise decir que “En Platense el tema de las “Elecciones está al palo, como la Platensidad”.
En la generala electoral algunos tuvieron que tacharse la doble y solo quedaron dos listas, lo cual es auspicioso. Converso con gente de Wendt y me dicen: “En la otra lista hay gente valiosa”. Converso con gente de Lupetti y me dicen: “En la otra lista hay gente valiosa”. Converso con gente de Wendt y me dicen: “En la otra lista está fulano, que es un desastre”. Converso con gente de Lupetti y me dicen: “En la otra lista está fulano, que es un desastre”. Tal vez tengamos que apelar al viejo juego de las diferencias para optar entre un candidato o el otro, a simple vista se puede observar que uno es alto y el otro no, uno ya fue dirigente y el otro no, a uno lo apoya gran parte de la actual dirigencia y al otro unos pocos, uno no quiere mantener el basquet como deporte profesionalizado y el otro si, uno quiere repatriar a Vega , y el otro mmmm, no se. Salvo el tema de la altura, que es fácil darse cuenta, las demás diferencias cada socio deberá vincularlas con el candidato que le parezca.
Tenemos nuevo DT, lo cual resulta esperanzador luego del sabor a Fernet sin Coca que nos dejó el responsable técnico anterior. Se dice por ahí, que esta vez, el “Rey de la omnipotencia” abdicó, y se sometió a los designios de lo que resultase de una actividad paranormal, como es el juego de la copa. El vidente que dirigió esa sesión de esoterismo, para elegir al DT, colocó cuatro papelitos con el nombre de cuatro técnicos alrededor de una mesa, puso la copa boca abajo, posó su dedo sobre ella, y rápidamente el objeto de cristal se dirigió hacia uno de los papeles en cuyo dorso se hallaba escrito el nombre del DT elegido. Mientras esto ocurría, el hechicero bramaba “¡Oh mar, la bruma! ¡Oh mar, la bruma!”, como si estuviese poseído, para luego explicar que tal elección traería buenos augurios, porque cuando se disipa “la bruma del mar”, se ve al sol “ascendiendo”, como si fuese Platense, desde la línea del horizonte B Metro, hasta lo más alto del cielo de Primera
“¡Oh mar, la bruma!”, continuó vociferando el adivino.
“¡Omar Labruna! ¡Vamos Platense Carajo!”, dicen algunos que se escuchó al final de la sesión, asegurando que en realidad el brujo era Hugo-Lini disfrazado, y que el contrato ya estaba firmado de antemano, no pude chequearlo. Algunos protagonistas de la actualidad Marroniblanca, aún no descubrieron que aunque los hinchas gritemos “Y en las malas mucho más”, es solo una metáfora del aguante, es obvio que preferimos las buenas, o un surtido, un poco de cada, que se yo, ¿me entendés? ¡todas las malas juntas durante tantos años es insoportableeee! Ganarle 1 a 0 a Talleres la tomamos como buena, pero es insuficiente y desproporcionado, “traigan buenas que malas sobran”.
Mi mujer me preguntó contra quién jugábamos el sábado, cuando le dije contra Talleres de Remedios… no me dejó terminar la frase, y me pidió que si iba a esa cancha le traiga Ibuprofeno, una falta de respeto hacia la institución albirroja, pero producto de la ignorancia futbolera de mi esposa, esperemos no jugar en un futuro cercano contra Sacachispas y que mi mujer me pida que le compre un Magiclick… …pura tinta Calamar.
César Fazzini (Calamarrón)
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