Sombra prófuga y DT de probeta
- cesar dario fazzini
- 17 may 2016
- 4 Min. de lectura
Instalaron en Platense un laboratorio aislado, aséptico, de alta sofisticación técnica, lleno de probetas humeantes, en cuyo seno se reúnen personalidades distinguidas del mundo Calamar para buscar con rigurosidad científica, un director técnico de fútbol. ¡Atenti, ojo al piojo! Tal vez estemos en presencia del proceso que lleve a descubrir la “vacuna contra el fracaso”. Se nombró un “Consejo asesor plenipotenciario con opinión no vinculante”, integrado por eruditos en la materia, personas que ya han demostrado anteriormente sus “capacidades” y que participan con entusiasmo en este metódico proceso. El asunto requiere que se realice de manera encriptada para hacerlo ininteligible a hinchas comunes, socios rasos, y todo tipo de intrusos que, ansiosos, sólo buscan saciar su curiosidad y no comprenden que a través de procesos similares alguna vez se descubrió la fórmula de la Coca-Cola, el gustito especial de la salsa de la hamburguesa de Mc Donals, y se comprobó que la sal es salada mucho antes que lo descubriese Carlitos Balá.
Cada integrante de la comitiva debía conseguir un cabello de su candidato a DT y a partir de ahí se analiza la pureza de sus virtudes. Se averigua si es un técnico de primera prensada en frío, si tiene el tiempo justo de añejamiento, si tiene el blend adecuado para Platense, si no está vencido, si es envasado en origen, si sabe cómo hacer adelgazar a algunos jugadores, y si está dispuesto a poner de titulares a algunos muchachos con los cuales hay ciertos compromisos… una especie de Frankestein de la dirección técnica.
“¡Entregá el Marrón! ¡Entregá el Marrón!”, cantaban los Decadentes sin siquiera sospechar que algún día ocurriría en Platense. Nosotros, los hinchas, los socios, entregamos “al Marrón”, no supimos defenderlo, todos los hinchas Calamares agachados buscando el jabón, mientras resbalamos pasiva y lentamente hacia el desengaño eterno. Las preferencias sexuales se respetan, pero el Marrón de la camiseta, el de Tense, el de los viejos, el del Polaco, el de la historia, habría que haberlo cuidado.
Ante tanto silencio frente a la crisis desatada, el pueblo Calamar comenzó a gritar: “¡Que hable! ¡Que hable! ¡Que hable el Presidente!”, esperando la palabra del mandamás como corresponde en estos casos. A la espera del acontecimiento, los marroniblancos hicimos un profundo, respetuoso y expectante silencio, más severo que el ritual del minuto, en honor y recuerdo a los muertos. Hasta las moscas suspendían sus vuelos. Finalmente, el mutismo sepulcral de la muchedumbre, la ausencia absoluta de sonido, fue interrumpida por un estremecedor, estruendoso, estridente, atronador “¡Cri, cri, cri!”. Algunos malintencionados dicen que esas fueron las palabras del Presidente, otros corrían hacia La Paternal en busca de un bicho colorado como responsable, otros decían que fue una venganza de los grillos topo por haber sido acusados de depredar el césped Calamar.
El Presidente desapareció en forma misteriosa y la muchedumbre mientras se dispersaba comenzó a realizar conjeturas malintencionadas, y generar fabulaciones desdorosas para con la cabeza dirigencial. “Las fabulaciones son hijas naturales de los silencios”, pensé yo , mientras me retiraba del “Cabildo Abierto Calamar”, que siempre estuvo cerrado. Es mentira que “La verdad no ofende”. Si digo que no trajeron un 9 de jerarquía, que contrataron al yerno y que a Barreña lo representa el hijo de Palito, son verdades, sin embargo los ofende “La verdad no ‘ofende’, siempre y cuando no revele cosas extrañas”. “¡Filosofía barata y zapatos de goma!”, me gritó el bigote bicolor de Charly, que revoloteaba con disimulo mezclado entre mariposas nocturnas.
Al Beto Alonso le regalaron la pelota naranja como recuerdo de un partido histórico, a Platense le regalaron una pelota naranja para que se entretenga metiéndola en un aro. ¡Dale “el Marrón”, dale “el Marrón”!, al intendente, al municipio, a “Jorge-ma”. Si festejo un triunfo de Platense en basquet me siento raro, si “no” festejo un triunfo de Platense en basquet, también me siento raro. ¿¡De que lado estooooy!? No se, tengo descuartizado el sentimiento. “Vos poneme el fútbol en condiciones y yo te voy al obelisco a festejar un triunfo Calamar hasta en hoyo pelota”. Es cuestión de prioridades. “Jorge-ma” aseguró que son mentiras que quiere que seamos sólo Basquet, y que desaparezca el estadio de Platense de Vicente López… lo único que pide es que vayamos pensando en jugar con una pelota ovalada y arcos mucho más altos. Tal vez terminemos festejando locamente el tanto de Platense gritando “¡Try, trayazo!”. ¡Uff!.
Hace años que la temperatura del pecho de los jugadores que vienen a jugar a Platense no alcanza para calentar ni una mamadera, incluso a algunos les apoyás una latita de cerveza en el pecho y te la tomás frappé. Ahora que apenas lograron dos pequeños “triunforros” consecutivos, pretenden que se glorifique su accionar, aunque sus logros estén alejados del momento que fueron necesarios. No aparecen cuando hay que ganar batallas, solo aparecen cuando hay que hablar de contratos. Hasta los ajenos se avergüenzan.
Platense agoniza, y ya se escucha el aleteo de los egos de los candidatos que vuelan bajito. Aparecen voluntades con precio, placares con muertos, gatos que llenan bolsas, realidades que apestan, pesimismos malintencionados, arrepentidos peligrosos, oportunistas inoportunos, soberbios disfrazados. Puf…
La panza me desborda de sapos, tengo el alma atiborrada de ilusiones muertas. La vara de la pericia dirigencial está tan baja que es demasiado fácil superarla, pero no suficiente… el ascenso Marroniblanco es como una sombra prófuga difícil de atrapar, el candidato a presi de Platense tendrá que demostrar su destreza… para apresar sombras…… pura tinta Calamar.
César Fazzini (Calamarrón)
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