El ascenso: anónimo y clandestino
- cesar dario fazzini
- 22 oct 2015
- 4 Min. de lectura
International University for éxits deportivs. Top secret inform, by Platense Club Athletic:
“Es imposibl mantener e gran naivel durante todo el champeonship, and inclusive, generaría un big estrés en los players y en los hinchs in finales moments. Recomendation: entrar a reducids the pedou, in final de la competition y ascend a “B National” sorpresivment.”
Este “Paper” me llegó en forma anónima y clandestina.
En Platense se está siguiendo un plan para ascender, basado en estudios internacionales, que privilegia la salud del hincha. ¿Te imaginás hacer una campaña como Defe, Brown, o Estudiantes, peleando hasta la última fecha por el ascenso directo? ¡Otra vez la ilusión, no! Sería imposible de resistir. Los corazones Calamares están debilitados. Se están haciendo las cosas bien, solo hay que cumplir las instrucciones. Yo tuve acceso a la cajita que envió la Universidad extranjera y decía: “Software para ascenso en reducido, entrando de última”, la traducción no es exacta porque no manejo bien el inglés.
Los dirigentes nos tienen preparados a los hinchas, como en un cumpleaños sorpresa. Vos entrás a tu casa al final del día, bajoneado porque nadie se acordó de saludarte, estás desilusionado, y ¡paf, sorpresa! Se encienden las luces, te cantan el feliz cumpleaños y te llenan de regalos.
Esa es la idea, cuando estemos todos decepcionados por no entrar ni siquiera al reducido, ¡paf, sorpresa! Entramos “supuestamente” de casualidad, les ganamos a todos y ascendemos. En vez del feliz cumple cantamos: “Para nunca más volver”, fuegos artificiales, nos abrazamos emocionados, festejamos la epopeya sin saber que se trataba de una maniobra perfecta, sorpresiva, perspicaz e inteligente.
¿O vos pensás que si no hubiese un plan hubiesen contratado a Alcaraz? Fijate que cuando Mastrolía empezó a atajar bien, lo borraron, y Desábato, que entendió las consignas, atajó mal, atajó mal, para que estemos al borde de no clasificar y de repente, ¡pimba, se puso las manos!, atajó el penal y fue figura contra Cole.
¿O vos creés que Trapito no hace goles porque no puede? ¡Gil, gilazo! Dani es el que más conoce el informe. Fijate que simula ser un ex jugador y lo hace perfecto. ¿No viste la que hizo el otro día? Entra, pega una patadita, lo expulsan y guarda sus goles para el tramo final. Que Vega juegue mal y no haga goles es parte de una artimaña sutil, indispensable para el festejo final.
Parte de la táctica es parecer un equipo horrible, impresentable, con jugadores sin audacia, temeroso, para que cuando juguemos el Reducido nos desprecien, nos subestimen, nos ignoren, y entonces, ¡bummmm!, explota la bomba Calamar, los humillamos, demostramos que somos Platense, que con nosotros no se jode, que a los grandes hay que respetarlos… ¡Hicimos veinte puntos menos que ellos durante el año! ¿Y para que les sirvió?
“Chiva, chiva, lero, lero…”. Cuando crean que estamos nocaut, pegamos un golpe final, definitivo, decisivo, esplendoroso, glorioso… ¡Un golpe ascendente hacia la categoría superior cuando nadie lo espera!
En el punto quinto del informe indican que los jugadores, los técnicos y los dirigentes deben mostrarse, incapaces para desarrollar sus tareas. Por eso Morales se la daba a los contrarios, por eso Lamachcia, que mide dos metros, nunca ganaba en los centros… por eso contrataron a Alfaro, a Bocca, a Anselmo, relegaron a Morgantini, trajeron a Chavarri, por eso Romero pegaba patadas de atrás, por eso Bustos decía que tenía problemas personales, todo calculado. ¡Ahora entiendo todo! Shhhhhhh, no grites, hay que mantener el secreto para que sea eficaz.
El final del plan comenzó en el segundo tiempo contra Cole. A Miranda ya le costaba fingir que jugaba mal y a desgano, cachetada sutil y gol, pase magistral en velocidad y gol. Campozano, harto de hacerse el torpe, le pegó a la carrera con la fuerza y justeza de un elegido. El procedimiento indicaba, además, que a Palito Brandoni lo tenían que tener en reserva, en conserva, en escabeche, para que esté a punto, en el momento de la estocada final.
Mi cerebro segrega una sustancia “marroniblanca” que me provoca un efecto extraño y convierte la resignación en optimismo, evitando que la depresión futbolera se haga crónica. Esa sustancia me incita a la fabulación y a una fé misteriosa e ingenua, indispensable para la subsistencia, como hincha de Platense.
Camino por Zapiola, otra vez hay niebla, imágenes confusas, jugadores en calzoncillos que festejan revoleando la “marroni” y haciendo orejas de Topo Gigio. En un umbral, adivino unos violinistas que siguen tocando mientras Platense naufraga. Me rodean cuatro jugadores Calamares, que juntan los deditos, indicando que ahora hay que cerrar el pico. “¡A los botes, a los botes!”, gritan algunos. Veo al capitán dispuesto a hundirse aferrado al timón del pasado. “Haceme ‘chupetín’ en ésta”, retumban rencorosas las voces de dos jugadores.
Pasa un grupito de signos de interrogación con una pancarta que dice “2016”. Descubro jugadores besando el escudito de Platense, pero en la cuadra siguiente los mismos ya están besando otro escudito. Pasa el Principito diciendo la misma pavada de siempre: “Lo esencial es invisible a los ojos”. Pienso: “¡Epa! No es ningún boludo el Principito, ‘lo esencial’ es el ascenso, ¡que salame que soy!, por eso no puedo verlo”…… pura tinta Calamar.
César Fazzini (Calamarrón)
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