Estoy dulce
- cesar dario fazzini
- 25 jun 2015
- 4 Min. de lectura
“¿Fuiste al Francés?”. ¡No! Estoy dulce porque le ganamos a Merlo. ¡Cuánto hace que no teníamos un técnico con 100% de eficacia! ¡Aguante Brandoni carajo! Hagámosle una estatua en el Vicente Lopez. Tanta carencia futbolera me hace “miniresultadista”… con algo minúsculo como un triunfito contra Merlo, me alegro, me emociono. Platense me acostumbró a la escasez. Me meto en la bañadera con un pedacito de manguera, soplo, hago burbujas y para mi es un jacuzzi.
“¡¿Cómo?! ¿En serio no está más Brandoni? La pu.., me había encariñado”.
El sábado estuvo lindo, solcito, ¡pimba!, gol de Gómez. Me quiero abrazar con el tipo de al lado, pero no hay nadie. Somos pocos. Chavarri busca cariño aunque sea de penal, pero no lo consigue. Por suerte “Cadenasuelta” Romero la deja finita para Vega “ma non Trappo”, rebote, ¡gol!. Evito abrazarme con el aire. ¡Uy!, gol de ellos. Último instante y al “Mono” le crece una mano en el tobillo y confirma la hazaña. Mas vale Mastrolía en mano que cien Flores volando. Je, je. ¡Cortala con el yorugua que está tranqui en Cañuelas!. Al mediodía, con choripán y sol, ganó Platense. ¡La tenés adentro Aprevide!
Yo había escuchado que había que traer un técnico con “apellido” para este momento de Platense, pero “Fabián Anselmo” tiene dos nombres y no tiene apellido. No importa, le pongo onda, lo “gugleo”… ¡Uy!, Bill Gates y Wikipedia desconocen su palmarés. No importa, le pongo onda y le pregunto a Lamacchia, lo conoce de Estudiante, pero Lamacchia está con una pancarta que dice “Libertad por deuda” y no me da bola. ¿A quién puedo preguntarle?. Me rindo, listo, lo acepto, tiene cara de buen tipo, ¡vamos Fabi todavía!
No importa si el técnico nuevo ama Platense o jugó en Platense, ser tan “afectos” a los “afectos” nos está matando. ¡Odiame pero ascendeme papá!. Bocca cuando se fue, se llevó el prospecto de algunos jugadores que él eligió y no sabemos para que sirven. Pedro hizo todo mal las últimas fechas para que su “querido” Deportivo Español no quede tan lejos de su ¿querido? Platense. Pedro dejó enseñanzas. “En esta categoría cualquiera le gana a cualquiera”, nosotros siempre fuimos el segundo de los dos “cualquieras”, el cualquiera que perdía. En el baile de la escoba hay una silla de técnico vacía y Bocca vuela en palomita, arrasa, pisa cabezas. Son las dos de la tarde y se hizo de noche, ¿que pasó?. ¡Ah!, ya se, Pedro está dando explicaciones. ¡No aclares que oscurece!.
“¿Está seguro que desea enviar a Pedro Bocca a la papelera de reciclaje?” ¡Enter! Vaciar papelera.
El pequeño triunfo no me hace olvidar que Platense duele, que los huesos Calamares están frágiles y los médicos que lo atienden son algo incompetentes. Jugadores flojos de espíritu justifican indignas actuaciones con la falta de pago. “No nos pidan que pongamos huevos, salen veinte mangos la docena y Platense no paga”. ¡Los huevos no hace falta comprarlos, a algunos se los otorga la naturaleza! Los contrarios interrumpen records negativos, rompen rachas adversas, somos fáciles. “El fútbol no tiene lógica”. ¡Mentira! Los equipos hacen “pogo” cuando saben que somos el próximo rival. Platense tiene la “derrota fácil”.
Los dirigentes buscan en el placard y no encuentran los pantalones largos. “¡Nocaut!”, grita el réfer?i al ver a los mandamás con pantalones cortos, confundidos, apoyados en una soga delgada a punto de romperse. Algo blanco vuela por el aire, ¿es un ángel, es un pájaro, o es una toalla?. Nos gobiernan “los rencores, los odios, las tranzas, las miserias, la impericia, el egoísmo”, afuera se postulan agazapados “los rencores, los odios, las tranzas, las miserias, la impericia, el egoísmo”. Houston, estamos en problemas.
Hay que aportar ideas para sacar a Platense de este momento. “¡Traigamos 11 jugadores inflables!”, se le ocurre a un Calamar desesperado. Son livianos, blanditos, no transpiran, se desinflan en el segundo tiempo, igual que los jugadores nuestros, pero no hay que pagarles. “¡Compremos un microscopio!”, propone otro hincha, mientras explica que con un aparato de diez mil aumentos podríamos descubrir las virtudes futbolísticas de Nadal, de Chavarri o de Ortiz.
Trapito se humedeció de lágrimas y salió de la cancha como un “Trapo mojado”. Aplausos de continuidad y despedida, se pelearon en el aire. Los recuerdos no se manchan, pero los goles del pasado, llegan mansitos a las manos del arquero del presente. Dos años la pólvora al sol y sigue mojada. Pienso y me cuestiono: “¿Querés que se vaya, no tenés memoria?”. Pienso y me consuelo: “Si Trapito hubiese metido veinte goles, ¿nuestros recuerdos tendrían mayor valor que otra oferta?”. El presente mediocre puede herir de muerte al pasado heroico. Cuidemos los ídolos. Plaqueta, homenaje y aplauso. Gracias mil.
Cocodrilo y Huracán nos envían a sus mejores hombres, el “Jony” Bustos y ahora el “Chichón” Nieto… ¿Querrán ayudarnos?. Camino por Zapiola, una mano transparente sobre el pecho que no me deja avanzar. “¡Dejame!, ¿quién sos?”. “Soy tu conciencia, que canchero que sos criticando desde el teclado, ¿pero qué hacés por Platense?. ¡Vos sos parte del problema, ponete las pilas gil, o el club desaparece!”.
Camino cabizbajo por Zapiola. Las “conciencias” son traicioneras, inquisidoras, inoportunas. Mi amor por el Calamar es indeclinable, pero tal vez eso sólo no sea suficiente. No quisiera descubrir que soy “partícipe necesario” del fracaso de Platense. ¡Uff! Ahora tengo que ir al “chino” a comprar huevos, no es momento para revisar mi conciencia…… pura tinta Calamar.
César Fazzini (Calamarrón)
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